¿Nos enfrentamos a una moderna creencia apocalíptica o bien las profecías indígenas centroamericanas en torno al fin del Quinto Sol apuntan hacia un giro histórico radical?
¿El fin de la tierra como la conocemos? , ¿La alineación galáctica?, ¿El regreso del planeta Nibiru?, ¿De los Reptilianos?, ¿El fin del calendario Maya? O simplemente una buena forma de vender libros, playeras, películas y toda clase de afiches. Todas estas preguntas surgen de diversas hipótesis sobre el 2012 pero realmente que tanto es mito, que tanto es realidad y que tanto es simple fantasía. Lo que es cierto es que estas y otras muchas tradiciones apuntan hacia un gran cambio, propiciado por una actividad cósmica sin precedentes históricos conocidos.
La enorme trascendencia que dichas hipótesis asociadas al tema tienen para nuestro presente y futuro, así como el hecho de que la sucesión creciente de trastornos geológicos –terremotos, erupciones volcánicas, huracanes, inundaciones- ha sido anunciada con suficiente antelación, han ido despertando en la gente una gran curiosidad y preocupación al respecto de esta simbólica fecha.
Según sugieren investigaciones de las que nos ocuparemos en próximos meses, este drástico aumento de la actividad cósmica y de los desastres naturales parece formar parte de un mismo proceso de celeridad creciente con que vienen sucediéndose en el mundo todo tipo de cambios.
¿Se trataría del inicio simbólico de una Nueva Era, de un cambio de conciencia o de algo más drástico, como un verdadero salto evolutivo? Todo esto es lo que trataremos de estudiar en los últimos meses del 2010.
¿El fin de la tierra como la conocemos? , ¿La alineación galáctica?, ¿El regreso del planeta Nibiru?, ¿De los Reptilianos?, ¿El fin del calendario Maya? O simplemente una buena forma de vender libros, playeras, películas y toda clase de afiches. Todas estas preguntas surgen de diversas hipótesis sobre el 2012 pero realmente que tanto es mito, que tanto es realidad y que tanto es simple fantasía. Lo que es cierto es que estas y otras muchas tradiciones apuntan hacia un gran cambio, propiciado por una actividad cósmica sin precedentes históricos conocidos.
La enorme trascendencia que dichas hipótesis asociadas al tema tienen para nuestro presente y futuro, así como el hecho de que la sucesión creciente de trastornos geológicos –terremotos, erupciones volcánicas, huracanes, inundaciones- ha sido anunciada con suficiente antelación, han ido despertando en la gente una gran curiosidad y preocupación al respecto de esta simbólica fecha.
Según sugieren investigaciones de las que nos ocuparemos en próximos meses, este drástico aumento de la actividad cósmica y de los desastres naturales parece formar parte de un mismo proceso de celeridad creciente con que vienen sucediéndose en el mundo todo tipo de cambios.
¿Se trataría del inicio simbólico de una Nueva Era, de un cambio de conciencia o de algo más drástico, como un verdadero salto evolutivo? Todo esto es lo que trataremos de estudiar en los últimos meses del 2010.
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